(Clase del 27 de Septiembre del 2020)

Dios de Pactos

El Objetivo de esta clase es dar un vistazo a los pactos de Dios

Antiguo Testamento – Antiguo Pacto

1.- El pacto de Dios con Abraham

Génesis 12:1–3
1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”

Nota: En GALATAS 3:6-18 nos habla del pacto de Dios con Abraham.

2. El pacto de Dios con Moisés

Moisés, fue la persona que Dios escogió para establecer pacto de la ley. Esta requirió una estricta obediencia a la ley mosaica. La ley exigía que Israel ofreciera sacrificios diarios para expiar el pecado.

Éxodo 19:3–8
3 Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel:
4 Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.
5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
6 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.
7 Entonces vino Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado.
8 Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho, haremos. Y Moisés refirió a Jehová las palabras del pueblo.

Pero Moisés, quien fue la persona que Dios escogió para establecer el antiguo pacto, también anticipó el nuevo. En uno de sus últimos discursos a la nación de Israel, Moisés anheló el momento en que Israel iba a recibir "un corazón para entender" (Deuteronomio 29:4).

3. Anuncios en el Antiguo testamento sobre un nuevo pacto que vendría

Moisés predijo que Israel fracasaría en guardar el antiguo pacto (Deuteronomio 29:22-28), pero luego él ve un tiempo de restauración (Deuteronomio 30:1-6). En ese momento, Moisés dice, "Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas" (versículo 6). El nuevo pacto supone un cambio total de corazón, para que el pueblo de Dios lo agrade de manera natural.

El profeta Jeremías también predijo el nuevo pacto. "'He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. . . . Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo"' (Jeremías 31:31, 33).

El nuevo pacto también se menciona en Ezequiel 36:26-27, "Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra". Ezequiel enumera varios aspectos del nuevo pacto aquí: un corazón nuevo y un espíritu nuevo, el Espíritu Santo morando en nosotros, y una verdadera santidad. La ley mosaica no podía proporcionar ninguna de estas cosas (ver Romanos 3:20).

NUEVO TESTAMENTO – NUEVO PACTO

Jesucristo vino para cumplir la ley de Moisés (Mateo 5:17), y para establecer el nuevo pacto entre Dios y su pueblo. El antiguo pacto se escribió en piedra, pero el nuevo pacto es escrito en nuestros corazones. Es posible entrar en el nuevo pacto sólo por la fe en Cristo, que derramó su sangre para quitar el pecado del mundo (Juan 1:29). Lucas 22:20 relata cómo Jesús, en la última cena, tomó la copa y dijo: "Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama".

1. El fiador de un mejor convenio

El apóstol Pablo estaba bien familiarizado con el ajuste en la forma de pensar que era necesario efectuar en la transición del Antiguo Testamento al Nuevo Testamento. Éste es un trayecto desde la rígida formalidad de la letra de la ley que enseñó Moisés hasta la guía espiritual que hallamos en el Espíritu Santo.

Hebreos 7:19-22
19 (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.
20 Y esto no fue hecho sin juramento;
21 porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le dijo:
Juró el Señor, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec. m
22 Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto.”

¿Qué es un fiador? En el diccionario vemos que fiador es la “persona que responde por otra de una obligación de pago, comprometiéndose a cumplirla si no lo hace quien la contrajo”. También es un “acuerdo, convenio, trato; particularmente, tratado, y en especial el de alianza”. Así que el Salvador es ciertamente el fiador de un mejor convenio con Dios.

2.- Un Mejor Pacto

El Nuevo Testamento es “un mejor pacto” porque recalca la gran importancia de las intenciones del corazón y de la mente, así como también de las impresiones del Espíritu Santo. Este refinamiento del alma forma parte del refuerzo de un testimonio personal de Jesucristo.

Hebreos 8:6–13
6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
7 Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.
8 Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto;
9 No como el pacto que hice con sus padres
El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto;
Porque ellos no permanecieron en mi pacto,
Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
10 Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las escribiré;
Y seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo;
11 Y ninguno enseñará a su prójimo,
Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;
Porque todos me conocerán,
Desde el menor hasta el mayor de ellos.
12 Porque seré propicio a sus injusticias,
Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.
13 Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.”