Estudios

En esta seccion estaremos dejando estudios biblicos, los cuales se estan pasando en la Escuela Dominical.

Le invitamos a que nos venga a visitar los dias Domingo a partir de las 11:00 de la mañana, donde aprendemos mas en detalle la palabra de Dios.

 

Carta a Los Romanos

5.- Vindicación: la justicia de Dios tocante a Israel (Romanos 9:1 al 11:36)

5.1 La consideración del rechazo de Israel (Romanos 9:1-29)

I.- Propósito:

Que el hermano llegue a reconocer la soberanía de Dios y retarle a que se someta al Soberano.

II.- Objetivo:

  1. Que el hermano sea capaz de comprender que las promesas de Dios son inmutables.

Carta a Los Romanos

2.4 Ilustración: La Justificación en el Antiguo Testamento (Romanos 4:1-25)

Propósito: Demostrar cómo Dios justifica al pecador y cuáles son los resultados de la justificación

Objetivo: Que el cristiano comprenda el alcance del concepto bíblico de la justificación por la fe.

I.- Introducción:

2.4.1 Abraham y la Justificación (Romanos 4:1-8)

El ejemplo de Abraham (Romanos 4:1-8)
1 ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne?
2 Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios.
3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.

Carta a Los Romanos

4. Glorificación: conformidad con el Señor de la justicia (Romanos 8:18-39)

4.1 Los sufrimientos de la vida presente (Romanos 8:18-27)

4.1.1 Sufrimientos de la creación (Romanos 8:18-22)

4.1.2 Sufrimientos de los cristianos (Romanos 8:23-25)

4.1.3 Sufrimientos del Espíritu (Romanos 8:26-27)

4.2 La gloria que será manifestada (Romanos 8:28-30)

4.3 Himnos de seguridad y alabanza (Romanos 8:31-39)

 

Carta a Los Romanos

2.1.3 La prueba de la culpa universal (Romanos 3:9-20)

2.1.3.1 Introducción.

2.1.3.2 La acusación (Romanos 3:9)

La acusación parte de dos preguntas:

  1. ¿Qué, pues?
  2. ¿Somos nosotros mejores que ellos?

¿Por qué es pecador el hombre?

El hombre es un pecador en 2 maneras distintas:

Carta a Los Romanos

3.3 Una nueva relación: emancipación de la ley (Romanos 7:1-25)

Analogía tomada del matrimonio (Romanos 7:1-25)
1 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive?
2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.
3 Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera.
4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.

6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.

Carta a Los Romanos

La culpa de los judíos

2.1.2 La culpa de los judíos (Romanos 2:1 al 3:8).

En el capítulo 1 el apóstol reveló la maldad del hombre; mientras que aquí en el capítulo 2 se expone a los que se justifican a sí mismos.

Los justos en su propia opinión cometen dos errores graves:

  1. Subestiman la altura del criterio de justicia de Dios. (El sermón del monte (Mateo 5:20-22, 27-28).
  2. Subestiman la profundidad de su propio pecado. (Mateo 7:1-3)

Carta a Los Romanos

3.0 Santificación: la apropiación de la justicia (Romanos 6:1-8:17)

3.1 La base de la santificación: identificación con Cristo (Romanos 6:1-14)

3.1.1 Identificación con la persona y la obra de Cristo (Romanos 6:1-10)

I.- Propósito: motivar al hermano a practicar los beneficios de la justificación.

II.- Objetivos:

1.- Que el hermano sea capaz de apreciar los beneficios que se derivan de la justificación.

2.- Que el hermano crezca en el conocimiento y en la práctica de la obediencia a Dios y la renuncia al pecado.

Carta a Los Romanos

I.- Interés personal por los cristianos en Roma (Romanos 1:8-13)

Romanos 1:8

“doy gracias a mi Dios”
“Mediante Jesucristo”
“de que vuestra fe se divulga en todo el mundo”

Romanos 1:9

“Porque testigo me es Dios”
“a quien sirvo en mi espíritu”

Romanos 1:10

Carta a Los Romanos

2.5 Exultación: La certeza de la salvación (Romanos 5:1-11)

Resultados de la justificación (Romanos 5:1-11)
1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.

Carta a Los Romanos

 

Romanos 1:5-7

5 y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;
6 entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo;
7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.