(Clase del Domingo 14 de Febrero del 2021)

La Cena del Señor

LaCenaDelSeñorObjetivo: Entender cómo se originó la cena del señor, que significa y como me presento para participar

Mateo 26:26-28
26 Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;
28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.

1.- ¿Qué significa el término "pacto"? "El antiguo y el nuevo pacto"

Era un tratado que establecía la relación entre un soberano y sus súbditos.

A. El antiguo pacto

AntiguoPactoUna vez que Dios hubo sacado al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto, los llevó por el desierto hasta el monte Sinaí, y allí les dio la ley con diez mandamientos principales que luego fueron desarrollados en otros muchos. Esta ley detallaba al pueblo el comportamiento que Dios requería de ellos, así como las maldiciones que vendrían sobre ellos si quebrantaban este pacto (Deuteronomio 27:11-26) (Deuteronomio 28:15-68), al igual que las bendiciones que recibirían si los guardaban (Deuteronomio 28:1-14). El momento en que el pueblo aceptó este pacto lo encontramos en Éxodo:

(Éxodo 24:3-8)

3 Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho.
4 Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel.
5 Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová.
6 Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.
7 Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos.
8 Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.

Aquí está descrito el antiguo pacto que Dios hizo con Moisés y el pueblo de Israel. No hemos de dejar de notar dos elementos fundamentales en el establecimiento del pacto: la ley y la sangre. Primeramente, Moisés leyó al pueblo todas las palabras de la ley de Dios, y ellos se comprometieron a cumplirlas: "Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho". Después se hicieron varios sacrificios, y Moisés dividió la sangre de los animales en dos partes iguales, y roció la mitad de ella sobre el altar, como un símbolo de Dios, y la otra mitad sobre el pueblo, quedando así sellado el pacto: "He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros". Sin lugar a dudas, las palabras que Jesús pronunció en el aposento alto ("Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada"), tuvieron que sonar a los discípulos como un eco de estas otras que leemos aquí.

B. El nuevo pacto

NuevoPactoAsí que una vez que Dios mismo había desechado el antiguo pacto, anunció uno nuevo por medio del profeta Jeremías.

(Jeremias 31:31-34)
31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.
32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.
33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

Aquí encontramos los términos del nuevo pacto al que Jesús hizo referencia al final de la última cena: "Esto es mi sangre del nuevo pacto".

2.- ¿Cuál es el Significado De la Cena del Señor?

LaCenaDelSeñor2Las instrucciones acerca de la celebración de la Cena del Señor fueron dadas por primera vez durante la celebración de la fiesta judía conocido como la Pascua. El propósito de la fiesta era de recordar la Pascua del Jehová (Éxodo 12:11). Dios había mandado a Su pueblo, Israel, a matar un cordero por familia y poner su sangre en los dos postes y en el dintel de la casa. Esa noche pasó el ángel de muerte por cada casa en la tierra de Egipto. En las casas dónde había sangre, el ángel pasó de largo esa casa y no mató al primogénito de esa familia. En las demás casas, dónde no había sangre en las puertas, el primogénito de esa casa fue matado por el ángel de muerte como un castigo de parte de Dios. Así que la celebración anual de la Pascua era para mirar hacia atrás y recordar la salvación de Jehová en Su pueblo. En Mateo 26:18, Jesús mandó a Sus discípulos decir a cierto hombre, “En tu casa celebraré la pascua con mis discípulos.” Durante esa Pascua, el Señor hizo algo diferente. En vez de enfocarse en el pasado, Él miró hacia el futuro. Él estaba estableciendo algo para celebrar el sacrificio del Cordero de Dios (Jesús mismo) que quitaría el pecado de todo el mundo. Jesús proclamó en Lucas 22:19, “Haced esto en memoria de mí,” estableciendo una ordenanza para Su iglesia. Aunque muchos los llaman “La Santa Cena” o “La Comunión”, el nombre bíblico es “La Cena del Señor”. 1 Corintios 11:20

A. "Dio gracias"

El Señor comenzó dando gracias (en griego "Eucaristía"). Es importante subrayar este hecho, porque muchos han interpretado, sin base bíblica, que lo que Jesús hizo fue "consagrar" el pan y el vino, cuando en realidad lo único que hizo fue "dar gracias".

Pero, en esas circunstancias tan adversas y dramáticas por las que Jesús pasaba, ¿cuál era la razón por la que podía dar gracias? Sin duda, su actitud nos sorprende, porque nosotros normalmente no actuamos así. Pero Jesús era diferente, y a pesar del profundo dolor que inundaba su alma, y viendo con claridad que la obra de la cruz que se disponía a realizar iba a implicar la separación temporal con su Padre (Mateo 27:46), sin embargo, también podía ver de forma anticipada, que el cumplimiento de esa obra encomendada serviría para glorificar a su Padre, y el poder hacerlo le llenaba de gratitud, a pesar del hondo sufrimiento (Juan 17:4). Además, Jesús sabía que el Padre no le abandonaría a la muerte (Salmos 16:10) (Hechos 2:25-28), y por eso podía dar gracias anticipadamente pensando en su resurrección.

Y de la misma manera, sea cual sea nuestra situación al participar de la Cena del Señor, en Cristo y en su obra a nuestro favor, siempre podemos encontrar motivos para la gratitud.

B. "Esto es mi cuerpo", "esto es mi sangre"

Ha habido diferentes interpretaciones sobre lo que Jesús quiso decir con estas palabras. ¿Debemos entenderlas como que el pan y el vino eran símbolos de su cuerpo y sangre, o tal vez que de alguna manera se transformaban en su cuerpo y sangre? La respuesta a estas preguntas ha creado profundas divisiones entre las diferentes confesiones llamadas cristianas. Para entender el asunto es necesario hacer un poco de historia.

A lo largo de la Edad Media, se fue acentuando la creencia de que el cuerpo y la sangre literales de Cristo están presentes en el pan y el vino, y por lo tanto, pueden transferir la gracia del Señor y santificar a aquellos que participaban de ellos. Ellos sostienen que en el momento en que el sacerdote "consagra" los elementos, son realmente transformados en el cuerpo y la sangre literales de Cristo, juntamente con su alma y su divinidad (transubstanciación). Por esta razón, las hostias o partículas consagradas que se reservan o sobran después de la comunión, pertenecen al cuerpo del Señor, y debe ser adorado. También ha de ser paseado solemnemente en procesiones. Por otro lado, sobre la base de la presencia real de Cristo en el pan y el vino, durante la misa católica, Cristo es ofrecido en sacrificio expiatorio para perdón de pecados. Según la Iglesia Católica, este nuevo sacrificio es incruento (Que no produce o muestra derramamiento de sangre), y sirve para actualizar el sacrificio cruento (Que produce o muestra derramamiento de sangre) de Cristo, reportando los mismos beneficios que el primero. Por supuesto, esto sólo lo puede hacer un sacerdote debidamente ordenado.

Cuando leemos las palabras de Jesús, lo más razonable es pensar que se estaba refiriendo al pan y al vino como símbolos de su cuerpo y de su sangre. Esto es así por varias razones. Primeramente, el Señor empleo un lenguaje similar en otras muchas ocasiones ("yo soy la puerta", "yo soy el camino", "yo soy la luz", "si alguno tiene sed venga a mí"...), y en todas ellas nos damos cuenta que estaba usando un lenguaje metafórico, ¿por qué en esta ocasión tenía que ser diferente? En segundo lugar, no debemos olvidar tampoco, que en aquel momento estaban celebrando la fiesta de la pascua, y que todo lo que allí había eran símbolos que servían para recordar o conmemorar la pascua que sus antepasados habían celebrado antes de salir de Egipto. Además, la sola idea de comer literalmente el cuerpo y la sangre de Jesús habría resultado absurda para la razón y repugnante para la experiencia, sin olvidar tampoco, que un judío tenía prohibido beber sangre (Levítico 3:17). Y por último, en aquella noche, Cristo estaba presente entre ellos, por lo que necesariamente entendieron que al referirse al pan y el vino como su cuerpo y su sangre tuvieron que interpretarlo con un símbolo de él.

Por último, cuando el apóstol Pablo dio diferentes explicaciones acerca de cómo los cristianos deberían celebrar la Santa Cena, citó las palabras de Jesús en las que por dos veces dijo: "Haced esto en memoria de mí" (1 Corintios 11:24-25), lo que confirma el carácter simbólico del pan y del vino, que nos sirven para recordar o hacer memoria de los beneficios obtenidos por Cristo mediante su muerte en la cruz. Además, dijo que al hacer esto estaríamos anunciando la muerte del Señor "hasta que él venga" (1 Corintios 11:26). Por lo tanto, al tomar del pan y del vino reconocemos que Cristo no está presente de forma literal entre nosotros, sino que esperamos su venida.

C. "Tomó pan y les dio", "Les dio la copa y bebieron de ella todos"

Como ya hemos dicho, el tomar del pan y del vino simboliza nuestra comunión con Cristo, pero también implica la comunión que los creyentes tenemos al estar unidos por la misma fe:

1 Corintios 10:16-17
16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?
17 Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.

3.- ¿Por Qué Debemos Celebrar la Cena del Señor?

A) La Cena del Señor es una ordenanza

O sea un mandamiento, que Cristo dio a Su iglesia antes de ascender al cielo. Por lo tanto, es algo importante y algo que debemos obedecer por amor hacia Él. Juan 14:15 dice, “Si me amáis, guardad mis mandamientos.”. Es la segunda ordenanza dada por Cristo Jesús para que su iglesia las cumpla. En la Cena del Señor pensamos en el pasado, el presente y el futuro. Al tomar el pan y la copa, memorizamos el sacrificio de Jesús en el pasado, celebramos el presente en comunidad fraternal y afirmamos nuestra esperanza en la segunda venida del Señor en el futuro.

B) Para Recordar el Sufrimiento y la Muerte de Cristo

Jesús instituyó la Cena del Señor para darnos una forma especial como iglesia de recordar no solamente Su muerte sino también el sufrimiento que padeció por nosotros. Cuando Jesús “partió” el pan, eso representaba el quebranto y el sufrimiento que Él sufriría por nosotros. La copa representaba la sangre que por nosotros sería derramada. Mateo 26:26-28; Hebreos 9:22

C) Es la confirmación del nuevo pacto.

En esta participación también debemos pensar en su victoria, en su labor terminada y aceptada por el Padre Celestial. La muerte de Cristo en la cruz no fue en vano, completaba la tarea que el Padre le había encomendado y ahora puede reclamar un pueblo para sí. La sangre derramada en la cruz establece un nuevo pacto o sea la promesa divina de la vida eterna.

4.- ¿Quiénes Pueden participar de la Cena del Señor?

ParticiparCenaDelSeñor

Únicamente los que ya son creyentes en Jesús. Él les ofreció el pan y el vino a sus discípulos que eran verdaderos creyentes. Él no se los ofreció a las multitudes que lo seguían.

La Cena del Señor es principalmente para los creyentes bautizado. Celebramos la Santa Cena una vez al mes, el primer domingo de cada mes. Recordamos lo que Jesús hizo por nosotros y declaramos que Él vuelve.

5.- ¿Cómo me Preparo Para la Santa Cena?

ExaminarmeAMiMismoA. Necesito examinarme a mí mismo (1 Corintios11:28).

La Biblia dice que debemos examinarnos cada vez que tomamos la Santa Cena. Nosotros decimos: “Dios, ¿hay algo en mi vida que necesito confesar y ser libre antes de tomar la Santa Cena?”.

B. Necesito confesar mis pecados

(Si he pecado). (1 Juan 1:9). Y volver a consagrar mi vida a Dios. “Señor soy tuyo, quiero hacer tu voluntad”.

C. Necesito restaurar las relaciones.

(Mateo 5:23-24). Si estás amargado, enojado o resentido con alguien no debes tomar la Santa Cena. Primero tienes que solucionar el problema con esa persona y entonces podrás participar del pan y de la copa.